Consulta Gratuita
La sedación es un método de anestesia utilizado para eliminar el dolor, la ansiedad y el miedo que pueden ocurrir durante los tratamientos dentales. Con el efecto de los medicamentos sedantes que brindan comodidad y olvido, el paciente que está en un estado de somnolencia o semiinconsciencia no recuerda el contenido del procedimiento, la percepción del dolor disminuye y se evitan los reflejos intraorales no deseados. Después del tratamiento, elimina el miedo al dentista y facilita que el paciente acuda al tratamiento dental en la próxima sesión.
Puede realizarse inhalando gas anestésico sedante con medicamentos que se pueden aplicar por vía intravenosa, oral o rectal. No conlleva los riesgos de la anestesia general, la recuperación después del procedimiento es rápida y cómoda.
Es un método de anestesia extremadamente seguro que se puede aplicar fácilmente a niños, adultos y pacientes discapacitados que tienen miedo de los dentistas o las agujas, que no pueden someterse a tratamientos dentales debido a náuseas, vómitos o reflejo nauseoso.
La anestesia general implica que el paciente esté completamente anestesiado y conectado al dispositivo de anestesia durante el procedimiento bajo la influencia de los medicamentos administrados en el entorno del quirófano y bajo el control del anestesiólogo. Se coloca un tubo de respiración nasal u oral al paciente y se conecta al dispositivo de anestesia. El dispositivo suministra oxígeno y gas narcótico al paciente en una mezcla específica hasta que se complete el procedimiento. Durante el procedimiento, se monitorean instantáneamente todas las funciones vitales del paciente. En la anestesia general, hay una pérdida completa de la conciencia; el paciente, en un estado de sueño profundo, no ve ni escucha nada, y el sentido del dolor se elimina por completo. Al final del procedimiento, el paciente se despierta mediante métodos apropiados.
La anestesia general se utiliza para personas con discapacidad mental con dificultades de comunicación, en intervenciones quirúrgicas que requieren un tiempo prolongado donde la anestesia local y la sedación serán insuficientes.
La anestesia general requiere preparación antes del procedimiento. Según la condición del paciente, que es examinado por el anestesiólogo, se pueden solicitar pruebas necesarias como electrocardiograma, radiografía de pulmón, análisis de sangre. Antes del procedimiento, se requiere un período de ayuno y sed para pacientes adultos y pediátricos.
Durante la sedación y la anestesia general, pueden ocurrir efectos secundarios relacionados con el medicamento, reacciones alérgicas, dificultades respiratorias y traumas. Estos efectos no deseados pueden eliminarse de manera rápida y fácil bajo el control de un equipo experimentado de expertos. Hoy en día, las complicaciones relacionadas con la anestesia son muy raras cuando se realizan en condiciones apropiadas.
